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Es un hecho: Según un estudio internacional de la consultora Crecimiento Sustentable, una persona que se siente feliz con su trabajo es un 88% más productiva.
El desafío de las empresas es sostener un equilibrio entre sus equipos de trabajo e indicadores de crecimiento y evolución, para lo que es clave la instalación de programas, políticas y herramientas que cuiden la salud y seguridad de cada trabajador, para impactar positivamente en la productividad y eficiencia de una organización.
Según los resultados de un estudio realizado por la Universidad de Harvard en colaboración con el Instituto Tecnológico de Massachusetts, la mejor estrategia para liderar los mercados a base de buenos resultados es tener un equipo feliz y comprometido. Esta visión traslada el foco de preocupación: de los planes gerenciales que intentan modificar la rutina laboral en una búsqueda única de buenos resultados, las empresas se mueven hacia la promoción del bienestar de los equipos para obtener óptimos indicadores de crecimiento.
Desde esta perspectiva, los trabajadores de una empresa adquiere un valor agregado, con características únicas y que pueden ser ventajas competitivas: “Las máquinas se pueden comprar con capital financiero, en cualquier parte del mundo y mediante distintos tipos de ayudas, pero lo único que mi competencia no puede tener son mis trabajadores. Por lo tanto, si yo conservo mis colaboradores, conservo una ventaja a la cual mi competidor no puede acceder a ella, salvo que ofrezca mejores condiciones que las que yo tengo”, destaca el director médico de Salud Ocupacional de Achs Servicios, Dr. Alejandro Morales, quien cuenta con más de 30 años de experiencia en el área.
¿Pero qué entendemos por bienestar laboral? De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo define como un estado óptimo de salud y felicidad compuesto por dimensiones físicas, mentales y sociales, y no solamente por la ausencia de afecciones o enfermedades. En este estado “una persona puede realizar sus propias habilidades y hacer frente a factores que pueden perturbarla”. En consecuencia, “la productividad es un efecto secundario del bienestar, lo que significa que el foco no puede estar solo en la productividad, porque ello restringe la mirada respecto de las acciones que se van a tomar en términos de bienestar”, agrega el Dr. Morales.
Sin embargo, “otro factor muy importante es la trascendencia. Cada trabajador debe contribuir con su propio bienestar siendo capaz de mirar más allá de su propia persona, dándose cuenta de que es parte de un proyecto más grande y preguntándose por su contribución al mundo. Es decir, nuestro bienestar también se define por nuestros propósitos de vida y por lo aportes que podemos hacer para que el mundo sea mejor”, afirma el Dr. Morales.
El bienestar laboral reduce las ausencias un 25%. Así lo indica un informe del Instituto Chapman, una entidad especializada en otorgar certificados de bienestar a las empresas que cuidan de sus colaboradores. Esta cifra se relaciona al 43% de los trabajadores que asocia el bienestar laboral con motivación, y que es una de las deducciones del estudio anual de Actineo Quality of Life at Work Observatory. Vale decir, el bienestar laboral es una herramienta estratégica que impacta directamente en la productividad y la eficiencia de una empresa. En resumen, el éxito de una organización está estrechamente ligado al bienestar laboral de sus trabajadores y en Achs Servicios tenemos soluciones diseñadas para impactar directamente en este ámbito.
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